viernes, 11 de febrero de 2011
Lima
Los días fueron hambre. Hacer desde el vacío, no para llenarlo, sino para treparlo y seguir subiendo. Hambre. Sin vueltas fue hambre. Caminar con el boleto de ida. Caminar por el boleto de vuelta. Hambre. Dormimos en la Escuela Experimental de Mimo, una casona tomada, en el centro de Lima, tomada por Fernando Ramos, esta nueva cede de la escuela que ya hace 12 años que crece. Una casa abandonada, usurpada por la libertad de quienes vemos una posibilidad, donde todos ven un montón de basura. Dormimos sin luz, en el piso, en nuestras bolsas, como gusanos de tela en el corazón de una fruta desesperada y dulce. En la puerta todavía cuelga la voz de un rosario celeste, anudado al picaporte, desojando sus numerosas cuentas, las numerosas oraciones que le dieron vida. / Pero antes fue selva, nuestro camino. Esperábamos en la puerta de un hotel alojamiento. para ver si podíamos pasar la noche en lo profundo de sus camas rabiosas y clandestinas. En eso de la espera, fito conoció a Walter, el recepcionista, y nos invitó a pasar la noche en su casa. El micro abrió su tajo por la ciudad de Lima hasta mojarnos con la sangre marginal de sus afueras. Dormimos en el Doke peruano, el Doke limeño; en un piso muy alto. El calor sofocante, la humedad que jugaba en ese terreno donde los poros y las encías, los poros y la tristeza, donde las risas y la pobreza, los robos, los menores, la basura, el incendio. / Hoy, viernes 11 de febrero, es nuestra primer función. ¨Grupo entre coca y agua presenta: Los mismos de siempre, en el Centro cultural El Averno¨. Está Leila. Leila del Averno, con ella arreglamos. Leila tan lejana que se puede tocar, se le puede dar la mano. . Leila, entre ondulaciones de arena, relieves de madera, pequeños incarios interminables llena sus espalda roja, negra; retorna algo en su voz, una confianza desconocida, una sal despojada, un barro perfecto. Cristo observa, crucificado en un rincón, con tres varillas de acero claveteadas en su costado, murmurando en su adentro. Cristo observa, crucificado y de alpargatas.
Cusco
Si me acerco y miro, puedo ver tu adentro. Si me asomo por la mirilla de tu ombligo, puedo ver, puedo verte en la oscuridad lenta que reflejás, en la inversión, circulación que te sostiene, el giro de fuego que te da vida y vive, y me vive a mí en vos...Llegamos al ombligo del mundo, a la ciudad del Cusco. Cada uno se sacó el ojo izquierdo y lo dejó rodar por el empedrado destino. Cuatro ojos, cuesta abajo, undiéndose hacia arriba, en el laberinto de piedra. Fue la roca oscuridad de sus muros, hechos con piedras sin cortas, unidos por la persistencia de su propio peso. Fue la unión de las partes, las hendiduras. Fue la necesidad, la decisión de vivir con quienes viven con el ´no´ bajo el brazo, como regalo de nacimiento; fue la necesidad de comer con quienes comen ´no´a diario, con los que van en busca y reciben ´no´, y es la negación primera la que los ata y los desata, la negación es la que nos ovilla y nos desovilla, y aprendemos a recitar el ´no´ largo, el ´no´más largo. Y actuamos en la calle, atrapados en la memoria dulce y cruda de la lluvia, en esta memoria de agua que nos hace recordar y no nos olvida.
Copacabana
Dalias amarillas, violetas, rojas, celestes, pétalos de pétalos, labios, marías tiradas en la calle, con formas desconocidas, marías rojas, celestes, amarillas, maría en base a pétalos: celebración de la Virgen de la Candelaria y procesión de antorchas, fuegos artificiales, orquestas, cholas arregladas para el baile, matracas, ebrios, drogados, cerveza, mucha cerveza...vino, para nosotros por favor, vino.
Páramo de piedra
vine a La Paz a buscar a Pamela Romano. Me dijeron que entró al galope de una mosca. Entró a mediodía por la luz del baño y se posó en el ardor. / Tres oyentes espectadores miran mi busca, representan personajes amarillos, taladrando, detectives clandestinos en la circulación negra de las margaritas, jardineros criollos hidratando la sed del aire. / Vine a La Paz a representar la búsqueda de Pamela Romano, a comprar pan y el diario en el que aparece mi busca, ¨ Marcos Illarra salió de Argentina en vano, La Paz lo trae en bajada: cae y se vuelve a caer. Toma un bus verde, compra un pequeño zapo de cobre y lo pone junto a la puerta ¨ (nunca leí a Shakespiare, sólo a los griegos, siempre a los griegos, son eso me basta ). / Vine a La Paz a descifrar la foto audaz de Pamela Romano. tuve que pulverizarme la remera y agarrarme bien fuerte de la pija para no caerme. Todo lo demás fue masturbación...( suave, líquida y esponjosa, se me vino la imagen de Pamela, bañándome la sal que guardan las uñas por la mañana, cuando abrís los ojos y estás abrazado, con el sexo marchito, y una sensación en la garganta. Alguien hace el desayuno y después, te vas. El que se queda en la cama, es el que se desmorona)
Copacabana
Llagamos a la cima de un cerro, donde la gente del lugar quema objetos para sus muertos. Regresa el alma de los parientes y arde sobre la memoria de las velas. El alma se recuerda y arde. La piedra tiznada, perdura la forma del muerto, ingresa la sombra del vivo, arde, se mezclan...
Isla del Sol
Encontramos un culo fucsia, fosforescente el culo en la playa. Le dimos respiración y floreamos la idea : lo abrimos. Qué bien. Qué lindo. Culo rojo, anacarado, culo energético. Rebanadas de culo desayunamos...cuando enrojeció la tarde (la tarde roja como el culo), empezamos a comerlo como carne. Despacio. Chorreaba el culo, lindo, lindo manosearlo antes de comer. Antes de comer culo hay que pasarle las manos, hasta sentir la erección breve, pequeña: la erección previa a la otra erección. Después todo se mezcla. Ah...
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