Pienso esto.
Situación Tipo.
Un individuo no sabe qué hacer, que producir. No posee una necesidad urgente solo quiere moverse, andar por ahí.
Aparece una oportunidad, la primera. Un trabajo no deseado cae a sus pies, lo toma, frunce el seño, resopla y se alinea la solapa de la camisa, en los ojos mueve las pupilas con indecisión como despreciando la suerte de su destino. Lo toma con la parte final de los dedos, con la lentitud de un antibombas, se relame ludópata, con la espalda sobre la pared, rompe un pliegue, extiende el otro, sobre la cubierta descubre una imagen que le dice; esta puede ser la última oportunidad de verse junto a un sueldo jugoso, exprímalo. Su cerebro envía una ráfaga de liquido que piensa lo que se supone que deben pensar las personas que reciben oportunidades como estas y tienen que tomar decisiones que se alejan de la naturaleza primordial del individuo, y dice; Trabajo no deseado + sueldo jugoso = Esfuerzo x Tiempo perdido + Aparente sensación de éxito =
Su parte emocional del cerebro piensa. No hay resolución exacta, no es con la matemática como se llega a algo.
Acepta el trabajo. Cree que el dinero puede ser su mejor amigo, por lo tanto le es ciegamente fiel, planea una boda y hasta hace coser un bolsillo especial para que en sus pantalones rija un imperio, quiere con el un paseo por el éxito. Piensa con seguridad que su realidad empieza a cambiar, a transformarse en algo mejor.
Pero. Lo establecido no corre con las mismas leyes que el futuro. Dicen. Quien no. Nada de lo que te digan cómo es va a seguir siendo igual. Por eso.
En la lucha por la arenga de la cultura del trabajo. Bestias sin cabezas se agolpan carnes con carnes por un lugar en la tierra, que como un embudo no hace más que tragarlos inmemorables. Donde solo se adquiere un indeseado reconocimiento a través del merito social, por medio de un esfuerzo avalado consiente de la explotación y la sumisión. Pero en los individuos nada se logra transformar por completo, no existe cambio posible cuando son insatisfechos y subordinados.
El Idealista.
Situación Tipo.
Un individuo no sabe qué hacer, que producir. No posee una necesidad urgente solo quiere moverse, andar por ahí.
Aparece una oportunidad, la primera. Un trabajo no deseado cae a sus pies, lo toma, frunce el seño, resopla y se alinea la solapa de la camisa, en los ojos mueve las pupilas con indecisión como despreciando la suerte de su destino. Lo toma con la parte final de los dedos, con la lentitud de un antibombas, se relame ludópata, con la espalda sobre la pared, rompe un pliegue, extiende el otro, sobre la cubierta descubre una imagen que le dice; esta puede ser la última oportunidad de verse junto a un sueldo jugoso, exprímalo. Su cerebro envía una ráfaga de liquido que piensa lo que se supone que deben pensar las personas que reciben oportunidades como estas y tienen que tomar decisiones que se alejan de la naturaleza primordial del individuo, y dice; Trabajo no deseado + sueldo jugoso = Esfuerzo x Tiempo perdido + Aparente sensación de éxito =
Su parte emocional del cerebro piensa. No hay resolución exacta, no es con la matemática como se llega a algo.
Acepta el trabajo. Cree que el dinero puede ser su mejor amigo, por lo tanto le es ciegamente fiel, planea una boda y hasta hace coser un bolsillo especial para que en sus pantalones rija un imperio, quiere con el un paseo por el éxito. Piensa con seguridad que su realidad empieza a cambiar, a transformarse en algo mejor.
Pero. Lo establecido no corre con las mismas leyes que el futuro. Dicen. Quien no. Nada de lo que te digan cómo es va a seguir siendo igual. Por eso.
En la lucha por la arenga de la cultura del trabajo. Bestias sin cabezas se agolpan carnes con carnes por un lugar en la tierra, que como un embudo no hace más que tragarlos inmemorables. Donde solo se adquiere un indeseado reconocimiento a través del merito social, por medio de un esfuerzo avalado consiente de la explotación y la sumisión. Pero en los individuos nada se logra transformar por completo, no existe cambio posible cuando son insatisfechos y subordinados.
El Idealista.