Los ensayos están a la espera de la acción. Las ropas ficticias parecen levitar tratando de alcanzarnos con sus vibrar interpretativo. Los objetos escasos me miran sin pensar, dándome la espalda, con su mirada dirigida al horizonte.
Pareciese que todo a mí alrededor humeara sigiloso su necesidad de movimiento, que ese humo, que veo y que huelo, lo envuelvo en un vao retráctil y lo izo en el cielo, alejándolo como globos de desesperación. Hoy dibujo en el cielo contando los días en que llegará el momento de bañarnos en sombras dramáticas.
Brindo imaginariamente por eso.
...queda tan poco tiempo que la espera se deshace en mis manos.
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